Fármacos psiquiátricos y niñxs pobres

Extraido de: http://primeravocal.org/

os presentamos un artículo que tiene ya cuatro años, pero que describe con claridad un uso perverso de la medicación psiquiátrica con menores en los EEUU. Con menores pobres, que matizar. Decir tan solo que este tipo de uso punitivo es absolutamente común en los centros de menores cerrados del estado español, donde la medicación —especialmente la antipsicótica— es administrada a los internos bajo unos parámetros que no tienen nada que ver con una actuación terapéutica, sino con el control y el castigo de unos sujetos privados de libertad. De hecho, y al igual que en el texto que puedes leer a continuación, con frecuencia no existe ni siquiera un diagnóstico, algo que se parece demasiado a la oscura situación de los presos adultos medicados en las cárceles españolas. Pastillas e inyecciones como estrategia encaminada a domar los cuerpos, pero también como venganza llevada a cabo por la sociedad contra su propia periferia.

menores y pobres_antipsicoticos

Lxs niñxs cubiertos por Medicaid [programa de seguros de salud del gobierno de los EEUU para gente necesitada – nota de Primera Vocal] son mucho más propensos a que les prescriban fármacos antipsicóticos que lxs niñxs cubiertos por un seguro privado, y lxs niñxs cubiertos por Medicaid tienen una probabilidad mayor de que les prescriban estos medicamentos, aun sin presentar síntomas psicóticos. Esto es lo que publicó el 19 mayo del 2010 el Journal of American Medical Association (JAMA) en el artículo: Studies Shed Light on Risks and Trends in Pediatric Antipsychotic Prescribing (Unos estudios arrojan luz sobre los riesgos y las tendencias a prescribir antipsicóticos pediátricos).

Investigadores de la Universidad de Rutgers y de la Universidad de Columbia encontraron que lxs niñxs y adolescentes cubiertos por Medicaid tenían cuatro veces más probabilidades de recibir un antipsicótico que los que disponían de un seguro privado en el año 2004. Entre las personas de 6 a 17 años que estaban cubiertos por Medicaid, a un 4,2 por ciento se les prescribió al menos un medicamento antipsicótico. Por el contrario, entre los que en ese mismo grupo de edad tenían seguro privado, se les prescribió menos de un uno por ciento de antipsicóticos. Casi la mitad de estos pacientes pediátricos cubiertos por Medicaid que reciben fármacos antipsicóticos tenía el diagnóstico del trastorno de hiperactividad por déficit de atención (TDAH) o algún otro trastorno de comportamiento perturbador. Por el contrario, de los pacientes con seguro privado pediátrico que recibieron antipsicóticos, aproximadamente sólo una cuarta parte fueron diagnosticados con TDAH o algún otro trastorno de comportamiento perturbador.

El último número de JAMA también publica informes preocupantes sobre otro estudio publicado a principios de este año en la revista Pediatrics. Este estudio, realizado por Robert Penfold del Departamento de Población de Medicina en la Harvard Medical School y el Harvard Pilgrim Health Care Institute, examinó el uso del antipsicótico Geodon (ziprasidona) en pacientes pediátricos cubiertos por Medicaid en Michigan en el 2001. De lxs pacientes pediátricos que habían sido diagnosticados con un trastorno psiquiátrico y que habían recibido Geodon, sólo el 53,3 por ciento tenían en realidad un diagnóstico de psicosis. Lxs otrxs niñxs que recibieron Geodon tenían uno o más de los siguientes diagnósticos: el 24,1 por ciento fueron diagnosticados con trastorno de la personalidad explosiva, el 17,6 por ciento fueron diagnosticados con trastorno depresivo, y el 13,1 por ciento de estxs niñxs a quienes se prescribió Geodon tenía un trastorno de oposición desafiante (ODD). ¿Qué se necesita exactamente para obtener un diagnóstico de ODD? Cuatro de los ocho siguientes síntomas deben persistir durante al menos seis meses:

• A menudo pierde los estribos.
• A menudo discute con adultos.
• A menudo desafía activamente o se niega a atender las peticiones de adultos o de las normas.
• A menudo hace las cosas deliberadamente para molestar a otras personas.
• A menudo culpa a otros de sus errores.
• A menudo es susceptible o fácilmente molestadx por otrxs.
• Con frecuencia está enojadx y resentidx.
• Con frecuencia es rencorosx o vengativx.

En otras palabras, a un gran número de niñxs cubiertos por Medicaid les son prescritos los principales y peligrosos físicamente fármacos antipsicóticos y tranquilizantes por ser rebeldes. Pero la cosa es aún peor: el artículo de Pediatrics informa que casi un tercio de lxs pacientes pediátricos cubiertos por Medicaid que recibieron Geodon no tenían ningún diagnóstico psiquiátrico.

Los antipsicóticos tienen efectos físicos muy peligrosos. El artículo de JAMA se refiere a un anterior estudio de la misma revista en 2009 hecho por el médico Christoph Correll que examinó los efectos adversos de los fármacos antipsicóticos en pacientes con edades comprendidas entre 4 y 19 años que fueron atendidos en las clínicas en Queens, Nueva York, entre diciembre de 2001 y septiembre de 2007. Después de tres meses, estos antipsicóticos causaron un aumento de peso severo y rápido a los pacientes al ganar entre 4,4 kg y 8,5 kg después de una media de 10,8 semanas, mientras que un grupo de control sólo ganaron 0,2 kg de promedio. El uso de los antipsicóticos Zyprexa (olanzapina) y Seroquel (quetiapina) se asociaron con elevaciones significativas del colesterol total, los triglicéridos, del colesterol con lipoproteína de baja densidad, y de la proporción de triglicéridos con colesterol con lipoproteína de baja densidad.  El artículo del 19 de mayo 2009 en JAMA señala que el estudio Correll “se suma a un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que lxs niñxs y lxs adolescentes son más vulnerables a los efectos adversos de los antipsicóticos, incluida la ganancia de peso no natural y trastornos lipídicos, sino también a la sedación, efectos adversos de tipoextrapiramidal, la elevación de prolactina, y el retraimiento.”

En resumen, si usted es un niñx pobre en los EE.UU. tiene cuatro veces más probabilidades de ser recetado con fármacos antipsicóticos que si no lo es. Además, por ser pobre duplica la probabilidad de que usted recibirá medicamentos antipsicóticos si sólo tiene uno de los llamados “trastornos perturbadores” y no psicóticos. Y si usted es pobre también significa que tiene una alta probabilidad de recibir medicamentos antipsicóticos, incluso si no tiene ninguna enfermedad psiquiátrica en absoluto. Por lo tanto, ser pobre significa tener muchas más posibilidades de ser innecesariamente recetado por el tipo de drogas psiquiátricas que pueden provocar sobrepeso y, posiblemente, una amplia gama de graves problemas físicos.

Cada vez más, lxs niñxs estadounidenses que crean conflicto para las autoridades se hacen más propensos a ser psiquiátricamente drogados, pero parece que la tensión producida por el mal comportamiento de lxs niñxs pobres estadounidenses crea incluso una mayor probabilidad de que se les recetarán las contundentes píldoras tranquilizantes, los antipsicóticos.

Bruce E. Levine es un psicólogo clínico, autor de Surviving America’s Depression Epidemic: How to Find Morale, Energy, and Community in a World Gone Crazy.

Fuente: https://dempeusperlasalut.wordpress.com/2010/06/16/farmacos-psiquiatricos-y-niaos-pobres/

Derrame de Petroleo en quebrada Cuninico, en el Marañón

Ha pasado más de una semana y aún no se tiene información precisa del derrame de petróleo que afecta a la quebrada Cuninico, afluente del río Marañón, en Loreto. Pero las primeras imágenes del derrame se hacen públicas en algunos medios y entidades, en ellas se aprecian peces, reptiles y vegetación muertos a causa del derrame.Reptil muerto, bañado en petróleo en Cuninico.

¿Cuántos barriles de petróleo se derramaron? ¿En qué fecha ocurrió? ¿Por qué se originó? ¿Cómo se realiza la remediación y en qué condiciones? Preguntas fundamentales que hasta hoy no tienen respuesta oficial de Petroperú, entidad responsable de la infraestructura que originó el derrame, el Oleoducto Norperuano.

Una nota de prensa de Petroperú publicada 8 días después de identificar el incidente, dice: “Debido a que el lugar es muy agreste y de abundante vegetación no ha sido posible determinar aun el volumen de crudo procedente de la fuga”. Petroperú busca justificarse en la geografía de la zona; pero tampoco ofrece más información; salvo, claro, que inició labores de contención de crudo.

En otra información del mismo día, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) precisa algo más: que el impacto del derrame afecta a “más de 2 hectáreas (20 000 m2)”.

Los informes oficiales también indican que se están realizando labores de contención del petróleo, por medio de barreras o tapones de contención en el agua de la quebrada para evitar que el petróleo fluya hacia al río Marañón. Pero esta información se contradice con lo dicho por algunos pobladores.

Las barras de contención, color naranja, pretende contener el impacto de hidrocarburos.

Critican informes y las labores de contención

El presidente de ACODECOSPAT, Alfonso López Tejada, critica el silencio de Petroperú y OEFA. “Ha ido a fiscalizar la OEFA y no manifiestan cuánto han derramado de crudo, Petroperú tampoco manifiesta cuánto; ‘ignorantemente’ tenemos un cálculo mayor de 10 mil barriles de petróleo porque no han ubicado el mismo día que se ha dado la ruptura, los hermanos de las comunidades se han percatado cuando ya estaban bajando los pescados muertos”, señaló en un entrevista.

Asimismo, refiriéndose a la contención del derrame señala el apu: “que pongan barreras para que el negro del petróleo no siga bajando, no significa que controlen el aceite que se mezcla con el agua y que sigue bajando”, “tenemos clarísimo que lo que ha ocurrido en Cuninico contamina la cuenca del Marañón”.

La afirmación de Alfonso López encuentra respaldo en testimonios de pobladores de Santa Rita de Castilla, en la cuenca del Marañón. Siurana del Castillo, madre de familia de Santa Rita, señala que “algunas personas estamos saliendo con alergia, estamos saliendo con comezones fuertes. Cuando lavamos nuestro plátano sale el sabor a petróleo”.

Ofidio muerto en Cuninico.

El sabor a petróleo y la aparición de enfermedades ha despertado la alarma en Santa Rita, a varias horas del sitio de derrame. Asimismo, informan que el agua del río presenta “brillos como de grasa”, que no es común en el Marañón.

Dos derrames de petróleo en 15 días

Días antes del derrame en Cuninico, se originó otro en la misma Estación de Bombeo de Petroperú, la cual se ubica en territorio de la comunidad San José de Saramuro. El apu de Saramuro, Segundo Chuquival, informó que el hecho se dio “en la zona industrial”, donde no tienen acceso.

“El primer derrame ocurrió el 26 de junio, en la Estación 1 del oleoducto, a la altura de la válvula 58 de bombeo”, indicó al respecto OEFA en un comunicado de inicio del mes de julio. Sin embargo, dos derrames en 15 días llama ha llamado la atención a las autoridades indígenas.

Ya lo ha denunciado ACODECOSPAT, “se está sobrecargando con el petróleo crudo que está viniendo de la cuenca del Napo” dice el presidente de la organización indígena kukama Alfonso López.

A partir de diciembre de 2013 se inició la producción de petróleo pesado en el Lote 67 en el Napo, operado por la empresa Perenco. Esta producción es centralizada en  la Estación 1, en Saramuro y luego es enviada a Talara vía el Oleoducto Norperuano. Según se ha anunciado, en la zona del derrame el oleoducto estaría sumergido en agua, hecho que, además, evidencia una infracción vinculada a la instalación de infraestructura en la zona.